Os dejamos el resumen de un artículo que nos ha resultado interesante. Trata sobre el trabajo de la ministra Carme Chacón, durante su trabajo al frente del ministerio de vivienda.

El Ministerio de Vivienda durante la legislatura de J.L.R Zapatero.

Aunque las competencias de urbanismo, vivienda y ordenación del territorio fueron atribuidas a las comunidades autónomas en la Constitución –art. 148.1.3–, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero quiso recuperar para la vivienda el rango de Ministerio que había perdido en la Transición.

Chacón fue la elegida para gestionar esta cartera en el final de su primera legislatura y, aunque sólo la ocupó a lo largo de diez meses, fue prolífica y prácticamente se centró en promover un aspecto de la vivienda que en aquellos tiempos era considerado marginal: el alquiler.

Carme Chacón al frente del ministerio de vivienda.

Fue consciente del gran desequilibrio que en las últimas décadas se había producido en nuestro país:

  • Desequilibrios a favor de la compraventa.
  • Problemas de acceso a la vivienda que sufrían especialmente los jóvenes, que se encontraban con precios absolutamente desconectados de los salarios.

¿Cuales fueron las prioridades de Chacón?

El mandato de Chacón se centró casi en exclusiva en intentar modificar la tendencia. Las medidas estaban bien encaminadas, si bien la coyuntura no era muy apropiada:

  • Por un lado, el brutal incremento de precios de los siete u ocho años precedentes eran un canto de sirena irresistible para propietarios –para qué meterse en el lío de alquilar, si la rentabilidad por revalorización es más que suficiente–, como para los nuevos usuarios de vivienda –mejor comprar que alquilar, que es tirar el dinero y no se participa en la subida de precios–.
  • Por otro lado, fue durante el periodo en que Chacón ocupó el Ministerio cuando se produjo el corte drástico de la financiación y dejó al mercado en estado de shock, dando comienzo la mayor crisis económica e inmobiliaria desde la Guerra Civil.
  • Chacón actuó para espolear la demanda con dos tipos de ayudas: una específicamente orientada a jóvenes, con subvención directa para pagar el alquiler y constituir fianza, y otra para todos los arrendatarios, consistente en una desgravación fiscal por alquiler de vivienda. Esta última pretendía competir con los beneficios fiscales a la compraventa, que eran sin duda una de las razones por las que el precio de la vivienda, aunque altísimo, no se traducía en una tasa de esfuerzo de pago inabordable para la familia española media.

‘Desahucio exprés’

Sin embargo, la ministra de vivienda es recordada por las medidas orientadas a recuperar la oferta de vivienda en alquiler.

La propiedad en España está absolutamente atomizada, y los propietarios son particulares que no se dedican profesionalmente al alquiler y temen caer en manos de morosos profesionales.

Chacón promovió, para conceder seguridad al propietario arrendador amateur, el llamado “desahucio exprés”, que a la postre no fue tan exprés como el mercado necesitaba, pero sí marcó un cambio en la visión –casi siempre populista– que del mercado de la vivienda se hacía desde un Gobierno de izquierdas.

Quizá en otras latitudes el parque de vivienda en alquiler esté en manos de media docena de empresas que funcionen como un cártel. Pero no en España, donde los propietarios son de clase media, y un partido que pretenda gobernar el país y no sea consciente de esta realidad está abocado al fracaso. Chacón y Zapatero lo entendieron muy bien.
En la segunda legislatura de Zapatero, Chacón dejó Vivienda para ocupar la cartera de Defensa, un movimiento arriesgado que a la postre le salió muy bien. Su paso breve por el mundo inmobiliario no sólo dejó huella, sino que supo prever el enfoque hacia el alquiler que ahora por fin ha tomado el protagonismo que merece. Descanse en paz Carme Chacón.

 

Fuentes: artículo publicado en Expansión 11-4-17.